martes, 30 de julio de 2013

De Soberana Memez (a una "reinona").


Con esos aires de grandeza vienes ante mi y te presentas, con los soldados amigos de tu corte y algún que otro chiste de payaso. Hablas de tus viajes próximos, tus andadas colosales y citas apreciadas, viendo que un lugar en mi vida hubieras tenido pero no has querido ni el más mísero polvo de estrellas. 

Quisiste venir de soberana y que yo fuera tu bufón y ríe gracias, pero no; puesto que descubrí tu identidad y tú carácter de Mari Bárbola que siempre quiso ser una menina a la derecha del rey y de la reina. Tu grandeza se hace minúscula al ser descubierta y la puerta de mi ser se cierra para no dejártela abierta, mientras poco a poco voy quitándote el disfraz de tu falsa entereza. 

Inmadura no eres, pero niñata sí, con esto me tomo demasiadas libertades, rompo la piñata y caen todas tus hipócritas falacias, pero sé con certeza que no leerás esto aquí escrito. Por ello el anonimato te guarda  en su seguridad, al igual que a tus amigas que contigo gustos infantes y mediocres de bebida y caladas comparten.

Me digno a escribirte anteriormente y ¿para qué? Si lo inentendible por ti es burlesco y convertido en personaje de picaresca para usted he sido. Anhelaba ese tono dulce de tu rostro y pienso en él cuando creo con escritura este texto, pero demasiado inteligente te creías como para jugar conmigo como otro de tu colección de ropero o de tienda de campaña. 

Viniste protegida como si yo fuera un perro rabioso que quisiera comer tu pienso, pero pienso que así no era ni soy yo, por ello abandoné ese sentir que me hacía a tus pies criado y no feliz. Vete con tu corona de cobre y hojalata, pues si brilla será por la ausencia de las gemas, esas que aunque no lo creas están dentro de ti.

Baja de ese pedestal iluminista y se de igual a igual aunque ya creo que es demasiado tarde para ello, ya que deseas ser del mundo entero emperatriz, pero ten en cuenta que mi lengua jamás será para tus zapatos lustre ni barniz. 

Moraleja 38: "Si buscas la belleza se audaz y astuto si no quieres encontrarte con pobreza decorada de buenos momentos".

Gracias. Carlos García.