BUEY 2º: LOS DIEZ BUEYES DEL ZEN.
Esta es la segunda parada en el análisis de los versos de Kakuan; en torno al significado de la iluminación en relación con la búsqueda del Buey.
2. DESCUBRIENDO SUS HUELLAS.
(Versos de Kakuan)
A la orilla del río, bajo los árboles,
¡Descubro las huellas!
Veo sus huellas incluso bajo la hierba fragante.
Las encuentro lejos, en las montañas remotas.
Esas huellas ya no se pueden ocultar.
Al igual que no se puede ocultar la propia nariz que mira
al cielo.
· Exégesis:
La poesía de Kakuan está repleta de símbolos, tanto -el río- como -los árboles- y esa -hierba fragante- de la que habla, tienen una característica simbólica. A la hora de desglosar el símbolo que Kakuan aporta con sus versos, debemos ceñirnos al mensaje y a su contexto. El buey, aunque se busque, jamás se ha perdido; está dentro del propio buscador, y esta búsqueda es una toma de consciencia del carácter iluminado de aquel que encuentra las huellas del animal.
-Las huellas- quedan descubiertas marcando así que se está yendo por el buen camino. Pasar del río, a los árboles, y luego, a esas -montañas remotas-; denotan un búsqueda prolongada. Se podría decir que descubrir las huellas no se da en un momento justo, sino en un progreso paulatino.
Cuando las huellas quedan expuestas ya es imposible -ocultarlas-, es decir, la búsqueda del buey ya no puede pararse, debido a que aunque la búsqueda se abandone, las huellas seguirán ahí; sino en el camino, en la mente del descubridor.
Termina Kakuan pasando de las montañas remotas al -cielo- que es observado por el buscador haciendo una analogía entre las huellas del buey y la -nariz- del mismo. Podemos ejercer otra analogía, y es que, aunque el cerebro oculte nuestra nariz a nuestra visión, sigue estando ahí, al igual que las huellas expuestas del buey.
La búsqueda sigue...
Muchas Gracias.