lunes, 9 de noviembre de 2009

Laberinto por realidad.

La realidad es tan relativa como un abstracto laberinto, todo se juega en un tablero con 6.791.170.386 fichas distintas; si, en efecto, es la población mundial, cada persona que se encuentra en este planeta Tierra es una ficha distinta a la otra, el tablero es la realidad, pero todos al fin y al cabo somos fichas idénticas, con el mismo tamaño y la misma figura, pero de distinto color, forma de pensar y sentir. Cada mañana al abrir la puerta de mi portal me pregunto, "¿habrá alguien hay arriba o en otro lugar que me observe como si fuera una hormiga en un laberinto?" Y para ello tengo siempre la misma respuesta, "seguro, sino qué sentido tendría haberme hecho tal pregunta". La realidad es un laberinto, y los callejones sin salida son problemas ocurridos en nuestro cauce llamado vida, es una gran roca en nuestro río que acelera la velocidad de nuestras aguas por la angustia ocurrida en el propio problema. La realidad no permanece fija, se mueve constantemente, desaparece y aparece en un abrir y cerrar de ojos literalmente, la única que ayuda a la realidad a ser una verdad "tangible" es la mente, de la que ya hablé con anterioridad en otra entrada. Fijaos en esta página que habéis visitado para leer esta entrada, si la cerráis desaparece, es como la propia realidad, es un laberinto aún sin acabar; visto desde muy arriba donde habita la bondad y la inexistencia de laberintos se pasea cual deidad por el moqueta de la casa de algún pintor etéreo. Hay cosas impensables como la existencia de realidades paralelas donde ocurren cosas distintas a la cual habitamos, las realidades son intangibles aunque puedas palpar las paredes de tu habitación no puedes tocar el límite de lo real a no ser que tengas mucha imaginación y puedas controlar tus actos en sueños. La realidad es un laberinto, tiene miles de pasadizos y miles de opciones o realidades paralelas que tomar, la tierra es un organismo más, que contribuye a jugar con la realidad ya que siempre creamos esa ecuación con la cual sacamos la conclusión de que la realidad como tal simplemente es el planeta Tierra; cuando todo el universo o incluso más que el propio infinito anda metido en la caja a la cual llamamos realidad.

Gracias. Carlos García Claros.

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