Lo verídico a veces se convierte en lo mítico, es cuando sucede el hipotético caso de empezar a jugar con la verdad al escondite; empezamos a jugar con ella y cada segundo que contamos para poder abrir los ojos y comenzar a buscarla se nos hace una eternidad y una insoportable náusea. La verdad hoy en día se esconde muy bien, tiene una muy amplia gama de escondites; recuerdo aquellas veces que pude encontrar la verdad dentro de una lágrima y también en el interior del fruto de un olivo, pero cuando la verdad se esconde en un sitio inaudito en el cual no puedes encontrarla todo acaba en una simple y añadida locura más para nuestra colección. La mayoría de las veces la certeza pura nos deja en la sin razón mas oscura, un ejemplo de todo esto es mi ser, me acostumbré a ver en la locura de la oscuridad, me acomodé, coloqué minuciosamente mis mobiliarios y al cabo del tiempo un empuje de atrevimiento me invitó a dormir una primera noche, así acabé viendo la infernal oscuridad como la luz del sol en el mediodía de un cielo despejado de brumas, dudas y nubes. Tenemos que aprender a jugar con la verdad, solo es una entidad y si se apodera de nuestro ser, debemos dejar que entre en nuestro cuerpo, se regocije, disfrute con nuestro interior, respire de nuestros propios pulmones y se construya una casa en el corazón de crital, el cual guardamos con cuidado.
La verdad juega al escondite y ríe como los niños. Gracias. Carlos García Claros.
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