lunes, 12 de diciembre de 2011
Prisionera creatividad.
Prisionera de los tiempos modernos que nos corrompen, como el óxido destruye el hierro o como la termita carcome la madera. La creatividad ha sido exiliada del mundo moderno como si se tratara de un virus o un estigma social; los que cultivan las artes humanas ya solo son bien vistos por las mentes más abiertas a lo creativo. Una pequeña minoría resiste sobre sí al titan de ciencias, las fórmulas y lo establecido; al mismo tiempo que una pequeña minoría se enriquece a costa de la otra correspondiente mayoría. La creatividad ha sido condenada al ostracismo más austero por la sociedad contemporánea que invade nuestra cultura en ocasiones de abrumadora ignorancia. Hace siglos que la creatividad artística abandonó nuestra educación, dejándonos solo con el aburrimiento de una cosecha de conocimiento mal cultivada y pésimamente cocinada e ingerida. El rey de la sabiduría más natural fue envenenado por las serpientes que hoy controlan y manejan el mundo y su formación social. Nuestra enseñanza es manipulada dirigiendo el pensamiento hacia el futuro, hacia la competitividad, hacia el empleo y hacia el automatismo que asoma su cabeza en el horizonte de nuestra instrucción. Todo pensamiento independiente o creativo es minado y posteriormente eliminado, al igual que una planta que es arrancada del suelo que se sustenta. La creatividad paulatinamente se convierte en una prisionera a la que se le está negando su alimento, que lentamente pierde fuerzas y que progresivamente la oscuridad se adueña de su corazón que apaga su luz interior. No hemos de preocuparnos, ya que siempre habrá mentes y corazones brillantes que sobresalgan del automatismo y que participen en un rito de resurrección para reanimar a la fallecida creatividad. El problema de todo ello es una paupérrima gestión del saber que se orienta a la ignorancia pública, de esta manera puedes mantener a una gran masa de mentes en parálisis y a tu servicio, es como si habláramos de haber pulsado el botón "off" de la consciencia. Aunque el fuego de la creatividad se apague y haya pocas salidas de oxígeno para este tras los barrotes de la cárcel en la que se encuentra; siempre permanecerán esos héroes capaces de agitar consciencias y mover multitudes en pos de un sueño. Libertad para la creatividad.
Moraleja 3: "Un ser humano sin creatividad es como un río seco, sin agua, vacío y sin sentido."
Gracias. Carlos García Claros.
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