viernes, 27 de enero de 2012
Light frequency.
¿La realidad es tal como la vemos y sentimos, o realmente hay algo más profundo e intangible y muchísimo más grande de lo que podríamos imaginar? La respuesta a esta pregunta es que lo hay, es decir, es inmensa y solo podemos percibir una centésima parte arriba o debajo de ella. Nuestra realidad actúa en frecuencias de luz que son descodificadas por nuestro cerebro, dicha luz pasa por el ojo, un órgano vital para la percepción, es un gran filtro de frecuencias e imágenes de infinitos análisis. La frecuencia de luz es lo que crea la realidad, ya que el cerebro así puede percibir lo que ve, de forma que todo tenga un sentido y un orden, un color, una tonalidad y una nitidez; después los demás sentidos fuera del ojo captan otros tipos de frecuencias también muy importantes y que se complementan y en algunos casos ocupan la percepción del ojo, como por ejemplo la táctil, la oyente, la olfativa, etc… Esto marca y crea un ritmo en nuestra vida haciéndola completa y fructífera.
Este razonamiento viene dado de elucubraciones que he ido cosechando en mi cerebro que percibe lo real. Como apreciamos en la imagen superior solo podemos percibir una cuadragésima cuarta parte de la luz total, es decir, la luz visible que logramos y podemos percibir es tan solo una parte de cuarenta y cuatro partes. Esto equivaldría a un 2,272727272727273 % de lo real (o un 2,30 % redondeado de la realidad total); solo vemos esa mínima porción de lo que existe, no podemos percibir tan siquiera el rebote de la luz ni más allá de lo ultravioleta ni menos de lo infrarrojo. Si a esto añadimos nuestra capacidad cerebral que reside en el 8% - 10%, obtenemos la relación del 10,3 por 200 de capacidad de percepción (lo que es un 5,15% de todo).
En definitiva solo alcanzamos a ver el 2,3 % de lo que existe y nos creemos sabios al hablar de la luz, a saber si toda la luz investigada y que en la imagen arriba expuesta percibimos no es tan solo otra mínima parte del todo, donde se encuentra lo más insondable del universo.
Si vemos esto de forma lógica, las frecuencias son como un dial de radio y nosotros en dicha realidad actuamos según nuestro estado anímico-cerebral, de ahí que estemos tristes o eufóricos, que seamos miserables o fuertemente afortunados, esto me recuerda a un cortometraje que pude ver y contemplar, y que al cabo del tiempo acabé admirando.
Moraleja 7: “la realidad que vemos no es real, es como el Tao que puede expresarse que no es el verdadero Tao”.
Gracias. Carlos García Claros.
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