BUEY 3º: LOS DIEZ BUEYES DEL ZEN.
Esta es la tercera parte del análisis de los versos de Kakuan; en relación significado de la iluminación con la búsqueda del Buey.
3. PERCIBIR AL BUEY.
(Versos de Kakuan)
Oigo el canto del ruiseñor.
El sol es cálido, la brisa es suave, los sauces de la ribera
son verdes.
¡Aquí no se puede esconder ningún Buey!
¿Qué artista podría dibujar una cabeza tan imponente, unos cuernos tan majestuosos?
· Exégesis:
El que busca, se encuentra de lleno con la realidad, ese "sol", esa "brisa", "los sauces de la ribera". Son apercibidos de forma directa; el buscador les da nombre, los señala, los cataloga y les da forma.
Las huellas ya son patentes, pero aún surge la desconfianza de si se va por el camino correcto, puesto a que lo encuentra todo, menos lo más importante, el -Buey-.
Sin embargo, ante esa negación al ocultismo que provoca el verso "¡Aquí no se puede esconder ningún Buey!" sale a flote la capacidad de visualizarlo, de percibirlo. No es que se esconda, sino, que el buey ya no tiene la necesidad de esconderse.
El "artista" es el mismo buscador, ya que es como si pintara su propia realidad en ese mismo instante en el que se percata de que el proceso de Iluminación se está llevando a cabo.
La cabeza del buey, es lo primero que puede dibujar, su intelecto. Un buey sin esa "majestuosidad" no sería un buey; al igual que el buscador del buey si no lo encontrara, no sería un buen buscador.
El Buey está cerca, la iluminación está cada vez menos latente...
[Este texto pertenece al grupo de Facebook de la Sociedad Orientalista de Sevilla (SOS)]
Muchas Gracias.