jueves, 30 de septiembre de 2010

La Matriz el dios matemático (The Matrix).


No es solo un largometraje con una imaginación de película del cine de ficción, la realidad se viste con un traje muy peculiar y original. Todo lo que vemos es altamente holográfico como se aprecia en esta película. La mayor parte de los átomos es vacío, y ese vacío ¿Qué es? Ese espacio es lo que forma la realidad visual como si se tratara de miles y miles de códigos perfectos. Todo lo que se percibe es la demostración de la transformación de la tangibilidad de una cantidad gigantesca de números y signos hexagesimales y decimales que convergen en un punto donde la existencia se hace real. La formación de lo que se aprecia es unidimensional, esa dimensionalidad está dentro de una formación bidimensional y ésta a su vez en nuestra tridimensionalidad. Hay aparte de todo ello algo más abstracto que son los pensamientos, emociones y sentimientos que escapan de la visión exterior para residir en el interior de los seres vivos. El amor supera la tridimensionalidad viajando a lugares insospechados, recónditos y que evaden nuestro alrededor verídico. La verdad sobre nuestro entorno se puede encontrar perfectamente en el interior de esta teoría cuántica, que nos dice que toda nuestra realidad está compuesta por un código que la hace palpable y material y la ubicación de ese código se llama Matriz o en inglés, Matrix. La Matriz sería como un programa o dios hecho de circuitos, mecanismos y "hardware" que en su interior, nuestra realidad con nosotros mismos crea su "software". La ficción podría superar la realidad haciéndola más compleja aún en su entendimiento lógico y racional, ya que hablamos de una enorme regla y un gran códice matemático. La experiencia propia se almacena en el disco duro de lo que somos en el interior de nuestro ser, que al fin y al cabo es un ordenador biológico que tiene la capacidad de pensar y sentir.
Este texto al igual que la Matriz, es altamente matemático, todo es lógico, se aleja de lo que el corazón dice y acompaña a la mente, pero decidí hacerlo ya que también quería englobar la parte de verdad participativa que tiene este blog, ya que tanto el amor como la verdad están en este brindis. En otra entrada próxima hablaré de Dios, será un texto díficil y fácil al mismo tiempo, será largo y quizás lo haga en dos partes o en tres o tal vez lo compactaré en una, bueno, no hay que pensar en el futuro, el ahora es lo que importa, mirad a los ojos de la matriz.

Gracias. Carlos García Claros.

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