miércoles, 21 de septiembre de 2011

Matrix. (Triología del Cautiverio I)



En las manos de tu conciencia se encuentra la pastilla roja y azul, cada una te da una elección que te marcará por el resto de tu vida. La pastilla azul te permite aferrarte a lo terrenal, a lo que ves, a lo superficial y a la tridimensionalidad; en cambio, la pastilla roja te permite escapar de lo que te rodea, acudir a lo que no ves, a la verdad que se esconde tras el telón de la sucia realidad, a lo trascendental y a la tetradimensionalidad. Matrix es la mentira que envuelve la verdad, un velo de hipotética transparencia que disimula lo que brilla en medio de la oscuridad; es lo rutinario, lo oficial, la tapadera que oculta el mal olor de la muerte en vida. Nos ahoga y rodea, cerrando y tensando cada vez más la cuerda que aprieta nuestro cuello, es el dinero que permite la corrupción, la máscara de la verdad. Es el trabajo, la infelicidad ante un sistema que se ha implantado desde hace milenios, la causa de las guerras, la destrucción, la mente de todo, el arquitecto universal que controla todo lo que se mueve fuera e incluso dentro de tu casa. Matrix está presente mientras comes, mientras duermes, en los momentos más íntimos, en tu mente. La única forma que hay de escapar de ella y eludir las fauces de lo material y lo superfluo, es buscar la verdad y sobre todo despertar la consciencia. La iluminación espiritual es la muerte de Matrix en ti.

Gracias. Carlos García Claros.

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