Siglos atrás un patriarcado se instauró para esclavizar a la raza humana, la fuerza de los códigos de pensamiento se hicieron con la paz del mundo, lo femenino fue sometido y despreciado por las fuentes destructivas de la energía biológica.
El valor fue confundido y llego a tal punto que ahora es considerado demencia, pues el valor no puede existir sin vida, sin alma y sin fuerza. Lo femenino fue ocultado y el humano agachó su cabeza recibiendo la espada del patriarcado, la fuerza del hombre y su inteligencia dejaron de lado a la sensibilidad, el sentimiento y la consciencia.
El mundo no deja una cara amable tras de sí, pues ha estado confundido durante siglos sin saber donde marchar salvo para alrededor del sol rotar. La fuerza se imponía ante la inteligencia y el vicio ante la virtud, se desataron del infierno las iras, lo sensible se desvaneció.
Debemos orientarnos a lo femenino, debe ser nuestra guía de aquí en adelante pues el sentimiento junto con el corazón deben anteponerse al intelecto y a la razón. Debemos girar la rueda para que la consciencia se ponga de nuestro lado. De nada sirve seguir perpetuando algo inútil que fomenta la cólera y el desamparo, pues se deja a un lado el sentir y el afecto dado. Todos salimos de una madre pero perdemos el rumbo de este significado, lo femenino es la fuente y lo masculino su agua, una fuerza ingente jamás podría dejarse controlar.
Lo femenino debe triunfar, pero no como una réplica a lo ya impuesto, sino como una evolución que se ha de tomar con ansias de libertad, ansias de feminidad. Cuando hablo de feminidad hablo de equivalencia, de sensibilidad, de afecto, de consciencia, de pasión y de amor. Pensarás en algo utópico, el problema son las creencias que nos retienen y nos embaucan garantizando un mañana imposiblemente bueno.
Moraleja 19: "La feminidad con su sensibilidad nos liberará de nuestras cadenas, haciéndonos abrazar la libertad".
Gracias. Carlos Garcia.
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