miércoles, 17 de octubre de 2012

La Caída de la Civilización (III)


Las grandes construcciones del pasado se han quedado en la historia, mientras el mundo se sumerge en una histeria colectiva, haciendo depender al hombre de la tecnológica para producirle miedo a través de dígitos que muestran el capital del que eres propietario. Cautivos han abierto su mente al dinero y ahí es donde se han quedado, atrapados en una espiral que los devora lentamente.

La tecnología a modo de dosis te somete a una dependencia que te enseña la tendencia a la psicosis, se olvida al hombre antiguo que vivía con el planeta en simbiosis, la misma estrella errante que contaminó con su basura y con su usura dominó a los más débiles mientras ellos se sometían a los designios de un destino que había sido programado. Tan programado como si de un Nuevo Orden Mundial se tratara, con el objetivo de dominarlo todo, compartiendo el espíritu del capitalismo más sangriento.

Las religiones avanzaron envolviendo ciertas verdades y separando a los pueblos, se perdió la conexión directa con Dios, pues ante su luz estaba la figura de un sacerdote, rabino o lama que se interponía entre tú y Dios. El intermediario divino te impone sus tasas, te oprime espiritualmente para que vendas tu alma y tu fe a cambio de un salvoconducto para llegar a Dios ¿A qué punto hemos llegado? Dios ya es propiedad privada.

La contaminación y su miasma creado nos ha dejado lluvia ácida, lo estéril se ha promovido y la radiactividad se fue poniendo de moda; se ocultaron las energías libres para poder controlar mejor al ganado enloquecido que paga por tener luz, sin tener conciencia de lo que está tras el telón de esta ilusión.

Se desmorona el rompecabezas que hemos creado, esta tecnosfera que cubre toda la biosfera impregnando lo sano con debilidad y extendiendo lo febril a través de oro negro en barril. La marea negra nos ahoga y droga y nos hace depender de una energía que desintegra nuestro mundo desde una brizna de césped a un océano entero.

Un documental muy interesante que muestra las dos caras del ser humano es Baraka, transmite a través de imágenes la evolución de la Tierra y de la Humanidad; porque aún hay motivos para creer y soñar en otro planeta en este mismo lugar, con la posibilidad de experimentar la verdadera libertad.



Moraleja 25: "La consciencia es el arma para la paz, y la paz da vida"

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Gracias. Carlos García.

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