lunes, 26 de marzo de 2012
Por tí... y por mí.
Por el fuego que de mi interior nace como una avalancha de fastuosidad, el alud de los sentimientos que mi corazón vierte se sienten en el ambiente, cuando tu mirada enjaguada en mis sentires apasiona la fuerza de este amor que de toda loa, va, sube, escala y escapa más allá de la nubes.
Por el viento que tu pelo alza y menea, mientras mi espíritu se acrecienta a cual León de Nemea; la hidra de mis dudas por mi brazo y mi espada desnuda cae en el abismo de lo inocuo y lo perpetuo. Noto tus labios recorrer el cuerpo que mi piel envuelve y se desmenuza como pastel en manos de niño inquieto.
Por la tierra que mis entrañas encementa, como el ajenjo en el valle de los resucitados tras el apocalipsis de mi latir, te amo más que la madera que forja los pilares de esta caverna que a veces me salva y otras me engulle; no dejaré que el viento huracanado destruye nuestro cobijo de corazón a alma, mente, cuerpo e inclusive sexo.
Por el agua que mi garganta enfría con certera divinidad, por la fuerza que tu poder tiene en el elemento del que hablamos; yo no he llegado a otra conclusión de la cual es un TE AMO; un diluvio de pasión sentida, que en pecho tu marca deja querida.
Por tí, Sara esposa de Abraham, Princesa para los antiguos, pues no habitará en mi corazón más que tu y tu amor conmigo.
Moraleja 12: "El amor mueve"
Gracias.
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